jueves, 6 de marzo de 2014

Biomarcadores del alzhéimer disminuyen según se va desarrollando la enfermedad


Gracias al trabajo publicado en la revista Science Translational Medicine se ha conocido que los prometedores bimarcadores que se encuentran en fase de estudio para detectar precozmente el alzhéimer parecen sufrir un cambio a medida que los pacientes desarrollan síntomas de la enfermedad. La información puede resultar clave para comprender cómo actúan los actuales tratamientos según ha explicado la autora de la investigación, Anne Fagan, quien asegura que las "alteraciones en los niveles de dichos biomarcadores será uno de los criterios que utilicemos para evaluar el éxito o el fracaso de los fármacos, pero antes necesitamos saber cómo se comportan normalmente en ausencia de tratamiento".

Desde hace unos años se sabe que los niveles de los marcadores de lesión neuronal se incrementan en el líquido cefalorraquídeo durante una década o más antes de la aparición de la demencia. 

Fagan y sus colegas estudiaron los datos de la Red de herencia dominante de Alzheimer (DIAN), un proyecto de investigación multinacional de la Universidad de Washington. Todos los participantes de DIAN provienen de familias afectadas por las mutaciones genéticas que causan formas hereditarias poco comunes del alzhéimer. Los portadores de la mutación de su familia pueden desarrollar síntomas de deterioro mental ya desde los 30 años. Los investigadores analizaron los datos de ésta base de datos y se han centrado en tres biomarcadores relacionados con las lesiones en las muestras de líquido cefalorraquídeo de 26 participantes del estudio que eran portadores de la mutación causante.

Dos de los biomarcadores,la proteína Tau CSF (t-tau) y la tau fosforilada (P-tau), son los responsables de la formación de los ovillos neurofibrilares observados en los cerebros de pacientes con alzhéimer, y el tercero es un sensor de calcio neuronal llamado VILIP-1. Los niveles de los tres biomarcadores aumentan después de que las neuronas se lesionen y están vinculados con el declive de la función cognitiva. La evidencia sugiere que a medida que progresa la enfermedad, las neuronas que mueren liberan los biomarcadores en el líquido cefalorraquídeo. Los investigadores comprobaron que los niveles de los biomarcadores se incrementaron en los participantes que todavía no habían desarrollado demencia, pero también encontraron que en la mayoría de los participantes que sí tenían demencia, la cantidad de los tres biomarcadores disminuyó con el tiempo. La caída era relativamente pequeña, pero consistente y estadísticamente significativa. "Los datos son muy interesantes, sobre todo teniendo en cuenta que estudios previos han demostrado que otros indicadores de la enfermedad de Alzheimer, como la contracción del cerebro, se mantiene después de la aparición de la demencia", señala Fagan.

Los investigadores intuyen que el aumento de los niveles de los biomarcadores antes de la enfermedad probablemente refleja una etapa intensa de muerte celular, mientras que la disminución de los niveles indica una desaceleración de este proceso. Sin embargo, también es posible que dichas reducciones sean el resultado de una disminución en el número de células cerebrales vivas que aún no han sido eliminadas por el alzhéimer.

En cualquier caso, como señalan los autores del este trabajo, hace falta más investigación para saber si los niveles de los biomarcadores se someten a un cambio similar en los pacientes con las forma más común de la enfermedad, que generalmente es diagnosticada en edades mucho más avanzadas.

martes, 4 de marzo de 2014

Una vacuna contra el azhéimer comienza a ensayarse en humanos

Tras superar la fase de experimentación animal, la Agencia Española del Medicamento autorizó en septiembre de 2013 las pruebas en personas de ésta vacuna , desarrollada por la empresa Araclon Biotech para evaluar su tolerabilidad y seguridad, tal y como ha informado su director científico, Manuel Sarasa, durante la reciente inauguración de la nueva sede de la empresa en Zaragoza.

En esta nueva fase, de carácter muy preliminar, un estudio ciego, analizará, no su efectividad, sino la tolerancia de la vacuna ABvac40 con dieciséis pacientes que están en el estado más leve de la enfermedad y otros ocho que reciben un placebo. El ensayo clínico está coordinado por la Fundación ACE, bajo la supervisión de la neurologa Mercé Boada. y su mecanismo de acción consiste en inmunizar a la masa neuronal del péptido β-amiloide 40 y 42 que, como ya es sabido, está implicado en el desarrollo de la enfermedad provocando degeneración neuronal en los cerebros de los pacientes afectados.

Durante la siguiente fase ,cuyo inicio podría tener lugar a finales de 2015, se probarán diferentes dosis, en función de si a los que se ha inyectado la vacuna se les ha estimulado el sistema inmunitario o no, y se elaborarán varios protocolos, en este caso lo ideal- según Sarasa- sería con personas asintomáticas ya que este científico no cree que el alzhéimer pueda ser curable una vez ha manfestado sus síntomas. A esta fase, que normalmente dura no menos de dos años, le seguirá otra, de alrededor de tres años, y a continuación podría -si todo va bien registrarse la vacuna.

La nueva sede de Araclon Biotech, de la que es propietaria en su mayor parte, la multinacional Grifols con sede central en Barcelona, cuenta con 28 profesionales cuya actividad investigadora se concentra en el desarrollo de nuevas terapias y métodos de diagnóstico de enfermedades neurodegenerativas, principalmente el alzhéimer.

jueves, 27 de febrero de 2014

¿Podría ayudar la practica de la meditación a prevenir el alzhéimer?



Un estudio, realizado  por el Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona (IIBB) en colaboración con la Universidad de Barcelona y el Center forInvestigating Healthy Minds de la Universidad de Wisconsin-Madison, publicado recientemente en la revista Psychoneuroendocrinology parece demostrar que las personas que meditan de manera habitual muestran alteraciones en la expresión génica.

Desde hace tiempo la práctica de la meditación basada en la conciencia plena ha captado la atención de algunos investigadores, que recopilan evidencias experimentales de los efectos beneficiosos que tienen en los campos psicológico, neurológico, endocrino e inmunitario, si bien se desconocen cuales son  realmente los mecanismos.

El propósito de esta reciente investigación de la catalana Perla Kaliman y sus colaboradores era explorar el impacto de la meditación y para ello se estudio  la expresión de los genes circadianos, moduladores de la cromatina y proinflamatorios en células mononucleares de sangre periférica (PBMC). Desde el principio se establecieron dos grupos. El primero formado por 19 personas que practicaban la técnica de meditación creada por Jon Kabat-Zinn y el grupo de control estaba formado por 21 participantes sin experiencia alguna en meditación. Los sujetos fueron estudiados durante una jornada de ocho horas en la que los participantes del primer grupo pudieron realizar la practica milenaria. Asimismo, se analizó también el grupo de control, sin ninguna experiencia en meditación, al que se pidió que realizara actividades de ocio como leer, ver documentales o jugar a juegos de ordenador y caminar, no permitiéndose comunicación con el exterior a través del ordenador o del teléfono, siendo la dieta igual para todos. Al finalizar el día el grupo que practicaba la meditación mostró diferencias en la expresión genética y molecular, incluyendo niveles alterados de la regulación génica y una reducción en los niveles de genes proinflamatorios, que a su vez se correlacionaban con una recuperación física más rápida de una situación estresante. Estos cambios no fueron relevantes en el grupo de control, que había llevado a cabo actividades de ocio.
De modo que este estudio aporta más información sobre cómo influye la meditación también en procesos biológicos y establece una base para futuros estudios en los que se utilicen estas estrategias para el tratamiento de enfermedades inflamatorias crónicas, ya que demuestra que meditar influye en la activación de genes relacionados con la inflamación y el estrés, que pueden estar en la raíz de enfermedades vinculadas con el envejecimiento como es el alzhéimer.

sábado, 22 de febrero de 2014

¿ A más cáncer menos alzhéimer ?

A esta pregunta parece responder el estudio publicado el pasado día 20 en la revista Plos Genetics en el que investigadores españoles podrían explicar el porqué los enfermos de alzhéimer y de otras enfermedades neurológicas como el párkinson o la esquizofrenia sufren menos tumores.

Alfonso Valencia  
La investigación realizada por el equipo del biólogo Alfonso Valencia del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) en Madrid, ha hallado 74 genes que presentaban una menor actividad en los pacientes con alzhéimer, párkinson y esquizofrenia, pero estaban más activados en las personas con cáncer. Y en otros 19 genes analizados ocurría lo contrario.

Para llegar a ello, los investigadores del CNIO cruzaron mediante herramientas bioinformáticas los datos de expresión genética de casi 1.700 personas procedentes de 30 estudios sobre las tres enfermedades anteriormente citadas, y los de trabajos sobre cáncer de colon, pulmón y próstata.

Según ha declarado Valencia, ésta es  la primera evidencia sobre la posible base molecular de la relación entre el cáncer y algunas enfermedades neurológicas. El biólogo, pese a la importancia del hallazgo, considera que éste es solo una correlación y que serán necesarias más investigaciones en cultivos celulares, ratones y humanos para asegurar con rotundidad que todo enfermo con alzhéimer esta protegido contra el cáncer o viceversa. "Pensamos que una cosa está relacionada con la otra, pero todavía no tenemos la prueba”, puntualiza.

Ya en julio de 2013, un estudio publicado en la revista Neurology realizado en  el  norte de Italia mostraba que el riesgo de cáncer se reducía a la mitad en los enfermos de alzhéimer y, a su vez, el riesgo de sufrir esta demencia bajaba un 35% en las personas con cáncer. El primer firmante del estudio era el epidemiólogo Massimo Mussico, del Centro Nacional de Investigación de Italia(CNR) que ha resaltado el carácter pionero del nuevo trabajo del CNIO, asegurando que éste  es el primer estudio que aborda de manera sistemática la cuestión de las posibles bases genéticas de la relación inversa entre el cáncer y las enfermedades del sistema nervioso central. 

viernes, 14 de febrero de 2014

El alzhéimer en televisión

Interesante coloquio en la 2 de la Televisión Española, en el que intervienen María Isabel González Ingelmo, directora gerente del Centro de Referencia Estatal de Atención a las personas con enfermedad de Alzheimer y otras demencias de Salamanca (España), Koldo Aulestia, Presidente de la Confederación Española de familiares de personas con Alzheimer y otras demencias(CEAFA); y Pablo Martinez-Lage, neurógolo, director del Área de Neurología de la Fundación Centro de Investigación y Terapias Avanzadas CITA-Alzheimer, de San Sebastián(España).


miércoles, 5 de febrero de 2014

Grandes laboratorios farmacéuticos unidos contra el alzhéimer

Diez grandes compañías farmacéuticas rivales han formado un pacto para cooperar en un esfuerzo respaldado por el Gobierno estadounidense  para acelerar el descubrimiento de nuevos fármacos, según ha informado el Wall Street Journal, el pasado día 3 de febrero.
Las empresas y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos compartirán los científicos, los tejidos y las muestras de sangre, y los datos, para unificar objetivos en la búsqueda de nuevos medicamentos para enfermedades como el alzhéimer la diabetes tipo 2, la artritis reumatoide y el lupus. 

La cooperación denominada The Accelerating Medicines Partnership,(AMP) tendrá un coste de unos 320 millones de dolares, de los cuales 135 estarán destinados a la investigación del alzhéimer, según ha declarado recientemente el congresista estadounidense Chaka Fattah y en ella participaran la mayor parte de las principales farmacéuticas como Bristol-Myers Squibb Co, Johnson & Johnsons ,GlaxoSmithKline, Takeda Pharmaceuticals y Sanofi.
El acuerdo prohíbe a los participantes utilizar cualquier investigación propia sobre fármacos  hasta que el proyecto se haga público. 

martes, 4 de febrero de 2014

Un estudio relaciona el DDT con el riesgo de padecer alzhéimer





La exposición al pesticida dicloro difenil tricloroetano (DDT) parece constituir un factor de riesgo para el desarrollo del alzhéimer , tal y como indica un estudio publicado recientemente en la revista JAMA Neurology


Según el autor principal Jason Richardson, PhD, de la Facultad de Medicina Robert Wood Johnson de Rutgers en Nueva Jersey,que ya en 2009 publicó una investigación sobre los niveles de pesticidas en enfermos de Parkinson, este nuevo trabajo constituye una de las primeras investigaciones en las que se identifica un factor de riesgo ambiental fuertemente asociado con la enfermedad de Alzheimer.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron las concentraciones en sangre de DDE y su relación con el alzhéimer en 86 pacientes diagnosticados de la enfermedad y 79 sujetos control con edades similares, hallando niveles de DDE -el compuesto químico que se forma al descomponerse el DDT- mucho más altos en la sangre de los enfermos de alzhéimer que en los individuos del grupo de control. Además se encontró una asociación genética: los portadores de una variante particular del gen que codifica la apolipoproteína E (ApoE4) parecían ser más susceptibles a los efectos del DDE.

La razón para esta relación entre el DDT –o su metabolito DDE– y el alzhéimer podría explicarse, según apuntan los autores, “porque tanto el DDT como el DDE incrementan los niveles de la proteína precursora de amiloide, lo que supone un mecanismo plausible para comprender esta asociación”.

Para Richardson, estos hallazgos requieren llevar a cabo más investigaciones con un mayor número de participantes para determinar cómo el compuesto químico interactúa con el gen ApoE4, de modo que la identificación de las personas con altos niveles séricos de DDE y que portan dicho gen, podría ayudar en el diagnostico temprano de algunos casos de alzhéimer.