jueves, 14 de marzo de 2013

El alzhéimer temprano




Según el Dr. Octavio Rodriguez Gomez de la Fundación ACE el alzhéimer es la causa más frecuente de demencia en pacientes jóvenes (aquellos que comienzan antes de los 65 años)
Cuando la enfermedad de Alzheimer afecta a jóvenes puede producir un cuadro clínico muy distinto al de los ancianos, ya que suele seguir un curso más agresivo y es frecuente que empiece con síntomas atípicos como alteración del lenguaje o del procesamiento visual, sin afectación inicial de la memoria. En este grupo de edad las causas genéticas tienen más peso en el origen de la enfermedad, ya que es mucho más frecuente que estos pacientes tengan familiares afectados que los que empiezan en edad senil.

La investigación clínica actual se centra en dilucidar si estos dos patrones diferenciados de evolución clínica responden a la heterogeneidad intrínseca de una sola enfermedad, o si por el contrario se trata de dos enfermedades con causas distintas que comparten mecanismos fisiopatológicos.

Es importante que la población general, y sobre todo los médicos, cobren conciencia de la existencia de formas atípicas de enfermedad de Alzheimer, que afectan a pacientes más jóvenes con síntomas distintos. Solo así se podrá conseguir un diagnóstico más precoz de estos pacientes, así como la puesta a su disposición de alternativas terapéuticas y ayudas sociales.


Parte de la actividad investigadora de Fundació ACE se centra en la caracterización clínica y genética de las demencias que afectan a pacientes jóvenes. Para ello hemos iniciado líneas propias de investigación y colaboramos en proyectos europeos. El objetivo es siempre en último término poder aportar oportunidades a estos pacientes en los que el impacto social, familiar y emocional de la enfermedad es desgarrador.


Sobre la Fundación ACE 

Esta fundación fue creada en 1990 por un psicólogo clínico, Lluís Tárraga Mestre, y una neuróloga, Mercè Boada Rovira. Reconocida en la Unión Europea como centro experto en el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer.

El proyecto común parte de dos experiencias personales: por un lado, la experiencia médica de la Dra. Mercè Boada como especialista en neurología en la elaboración del Plan Integral de las Personas Mayores en Cataluña, que aborda la vejez desde muchos ámbitos, entre los cuales se encuentra el deterioro cognitivo y su impacto social. Por otro lado, la experiencia del Sr. Lluís Tárraga como psicoterapeuta y como docente, trabajando con familias durante mucho tiempo. El Instituto nació a raíz de la creación del primer centro terapéutico de día del Estado español dirigido a la atención de personas con demencia, el Alzheimer Centre Educacional (ACE)

El objetivo último es que todos aquellos que se relacionan con el enfermo sean lo suficientemente conscientes de las consecuencias de la enfermedad y estén al lado de quien la padezca.

El intenso trabajo de campo efectuado en más de dos decadas ha permitido su participación en multiples proyectos de investigación y la publicación de más de 100 documentos científicos. Además, la gran base de datos que se maneja ha permitido la participación activa de la Fundació en 70 ensayos clínicos internacionales utilizando los fármacos más prometedores o la implementación y mejora de numerosos protocolos de actuación aplicables a la neuropsicología clínica, el trabajo social o en el ámbito jurídico.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Nuevo error en el titular

Crean un test que detecta el alzheimer en la sangre

11/03/2013

Un grupo de investigadores de la universidad de Nottingham (centro de Inglaterra) está desarrollando un test que identifica mediante un análisis de sangre los casos de alzheimer en su fase más temprana, informa la cadena BBC.
Los científicos han presentado las primeras conclusiones de sus pruebas, que califican de "muy prometedoras", en la conferencia que se desarrolla estos días sobre la investigación de esta dolencia en el Reino Unido.
La técnica podría hacerse en cualquier clínica de forma sencilla y se basa en identificar en la sangre una "combinación de marcadores" que son diferentes para las personas sanas y las que padecen la enfermedad.
Estos marcadores son esencialmente proteínas que los científicos asocian al mal de Alzheimer, como la amiloide o la apolipoproteína (APOE), así como otros elementos sugeridos por los expertos como probables que este análisis también identifica.
"Nuestros descubrimientos son emocionantes porque muestran que es técnicamente posible distinguir entre la gente sana y la que sufre alzheimer utilizando un análisis de sangre", apuntó Kevin Morgan, responsable del estudio.
Potencialmente la prueba podría identificar los síntomas antes de que aparezca la enfermedad "como en un tráiler", en palabras de sus creadores, que han matizado que el test aún tiene que validarse y que podría pasar una década antes de que se use en pacientes.
"Ya que los análisis de sangre son una forma rápida y fácil de ayudar al diagnóstico, estamos muy animados por este descubrimiento y el potencial que tiene para el futuro", señaló Morgan a la cadena británica.
Para incrementar la potencia de la prueba los investigadores utilizaron algunas proteínas relacionadas con la inflamación que ayudan a distinguir hasta tres niveles: pacientes completamente limpios, de riesgo medio y de alto riesgo.
Si son de riesgo medio, se les "realizaría un seguimiento continuado" mientras que si son de alto riesgo se procedería a derivarles a un especialista para realizar pruebas más profundas y conocer su estado de forma concluyente.

Mi opinión

Este titular es un claro ejemplo de generación de falsas expectativas. Ya el primer párrafo entra en contradicción: se está desarrollando, lo cual significa que el test no puede ser utilizado en la actualidad por posibles enfermos tal y como sugiere el titular. Tampoco se dice cuales son exactamente aquellos otros elementes sugeridos por los expertos como probables identificadores de la enfermedad en este análisis de sangre. Tenemos que esperar al sexto párrafo para saber, según los propios creadores del test que podría pasar una década antes de que se use en pacientes.